Al día siguiente, al terminar de entrenar recibió una
llamada del otro entrenador, que le avisaba que tres de mis compañeros, habían sido
programados para pelear.
Un poco decepcionado me resigné a no participar, a lo que mi entrenador
contestó, que no me resignara que asistiría como peleador emergente.
Los días restantes entrené ligeramente pues no pensé
que pelearía.
Llegó el domingo, desperté a las 9:30 y desayuné
inmediatamente, ya que debían pasar dos horas mínimo antes del pesaje que iba a
ser a la una.
Pasé a la casa de mi entrenador por él y mis
compañeros, de ahí nos fuimos al
gimnasio donde se realizarían las peleas.
Cuando llegamos, estuvimos esperando por 30 minutos,
hasta que nos llamaron para iniciar el pesaje.
Estando ahí observé que no habían llegado muchos
peladores que estaban en el programa, fue ahí donde me di cuenta que si iba a
pelear, por que los organizadores iban a
realizar una nueva lista de peleas.
Tardaron aproximadamente una hora en salir y darnos
el nuevo rol de peleas, en este si estaba yo y me tocaba la palea número nueve.
A partir de ese momento los nervios se apoderaron de mi cuerpo, ya que
sabía que no estaba bien preparado para esta pelea.
Antes de mí peleo compañero mí compañero y perdió en
el primer raund, por la vía del
cloroformo.
Yo ya estaba muy nervioso y al saber eso me puse aun
más, cuando llego la hora me subí al cuadrilátero, comencé a mover los pies de nerviosismo
y desesperación porque mi rival no salía. En cuestión de segundos subió mi
contrincante, era hora de la batalla.
Sonó la campana, chocamos lo guantes, fue en ese
momento que olvide los nervios y me concentré en defenderme. Solo duro unos
minutos el intercambio de golpes, cuando una bala perdida toco mi mandíbula y
se me nublo la vista. El réferi comenzó el conteo, yo solo levante los brazos
en señal de que aun estaba en condiciones de pelar, pero fue mi entrenador el
que decidió detener la pelea.
Ahora solo me quedaré con mi derrota, mi dolor de mandíbula
y la lección de siempre entrenar duro aunque no pelee.
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