Salimos aproximadamente a las 5 de la mañana y
tomamos la autopista México, Querétaro. Tardamos 4 horas en pasar por esta
ciudad y agarramos la desviación hacia el estado de Jalisco. Después de 2 horas
ya estábamos en un pueblito que se llama Vista Hermosa, donde desayunamos una
deliciosa birria.
Todo iba bien, hasta que pasando por la Barca Jalisco
se rompió la banda de distribución del
auto. Para nuestra buena suerte, quedamos junto a una caseta de auxilio
vial de la autopista.
Pedimos ayuda e inmediatamente nos contestó una
operadora, nos preguntó cuál era nuestro problema y le explicamos. Rápidamente
contactó a un taller mecánico y nos dijo que la ayuda llegaría aproximadamente
en una hora.
La espera se prolongó por cuatro horas, hasta que
llegaron los mecánicos. Explicándonos que se habían tardado tanto tiempo porque venían desde Irapuato, Guanajuato. Lo único
que contestamos fue que si traían la banda y nos dijeron que sí.
Fue entonces que comenzaron a trabajar, tardaron
como una hora en colocar la banda, cuando terminaron nos dijeron que le diéramos
marcha al auto, y no arrancó. En ese momento nos explicaron que el carro ya no
tenía presión y que era necesario llevarlo al taller. Nos dijeron que la grúa
de ahí a Irapuato no iba a tener costo, que solo nos iban a cobrar la
compostura del vehículo.
A mi papá se le hizo raro, decidió seguir el camino
y ver hasta donde llegábamos.
El resto de viaje, el carro no dio ninguna molestia
y llegamos a la conclusión de que nos querían estafar.
Después de una hora llegamos al pueblo de mis papás,
que está ubicado a un costado de la laguna de Chapala.
Cansados de viaje decidimos tomar un descanso y comer,
pues ya era muy tarde para salir asi que me quedé a dormir.
Al otro día en la mañana, salí de la casa y me encontré
con mi primo y su hijo de siete años, me preguntaron que si quería ir a ordeñar
y acepté.
Al llegar al corral, observé aproximadamente 25
vacas y una yegua.
Comenzaron a ordeñar y el niño estaba recogiendo
piedras, no sé cómo pero en unos minutos ya estaba atrás de la yegua arrojándole
las rocas hasta ponerla nerviosa y respondió dándole una patada en el pecho.
Cuando lo mire estaba en el piso a tres metros de
distancia de la yegua.
Le grite a mi primo y rápido fuimos a ver a su hijo,
lo levantamos y se desmalló, nos
asustamos mucho por lo que lo llevamos rápido al doctor.
Afortunadamente solo quedó en un gran susto.
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